“La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”, define la Organización Mundial de la Salud (OMS). Quién nos iba a decir, con la colocación del primer ladrillo hace tres años, que un pequeño box en la zona más nueva de Móstoles iba a convertirse en ese pequeño reducto donde esa definición, entendida como un estilo de vida, se cumple a diario. “Somos gente normal que hace CrossFit”, rezan las paredes de este box destinado a encontrar ese equilibrio para evadirse del estrés y de la presión actual, y no sólo mejorar físicamente a través del ejercicio. Desde los espartanos que levantan el peso que se les ponga por delante y hoy compiten a los principiantes de On Ramp, programa diseñado para aprender. Tres años después, en CrossFit Coraje todos hemos encontrado nuestro sitio.
Sandra Hernández y Francisco Ruiz han hecho realidad su sueño de crear un espacio donde entrenar mejorando a través de retos y haciendo amigos, en un entorno que difunda valores gracias a un crowdfunding de 40 personas iniciales. “Nuestro fuerte son las personas, queremos transmitir los beneficios de la actividad física desde el respeto, el crecimiento personal, la perseverancia y autoestima. Cada clase te asegura un entrenamiento completo, aprendizaje y adaptación“, describía la pareja de emprendedores con una enorme sonrisa en octure de 2018.
LOS HITOS DE COURAGE
En este tiempo, Crossfit Courage ha llenado el cupo máximo de socios, triplicado su espacio, despedido a grandes coaches y dado la oportunidad a nuevos, ha visto cómo surgían historias amorosas, se ha reinventado en una pandemia, ha mejorado la vida de muchas personas, ha incluido nuevos programas como Gimnasia e Iron Legs y ha logrado escribir un capítulo en este deporte al sumar el mayor número de atletas inscritos al Open, la competición internacional que clasifica para los CrossFit Games. Un total de 248 personas, más que Estados Unidos, la cuna de este deporte, o que China por población. Y por este motivo han sido reconocidos en el evento de inauguración que se celebró en el país norteamericano, donde Móstoles disfrutó de su minuto de gloria televisado.
“No tengo una fórmula mágica para compartir más que el trabajo, basado en una estrategia y en una dedicación constante. Creo que lo que nos ha salvado y después impulsado es nuestra capacidad para ser camaleones: adaptarnos lo más rápido posible a todo lo que va sucediendo”, explica Ruiz. Pero lo mejor es que hablen sus socios. ¿Por qué se han quedado?¿Cómo se han convertido estos entrenamientos en la mejor hora del día?